martes, 16 de septiembre de 2008

El acorazado Potemkin

“El acorazado Potemkin” es el segundo largometraje de Sergei M. Eisenstein, donde no sólo es director también es guionista. Esta cinta fue producida por Jacob Bliokh y estrenada en Moscú el 21 de diciembre de 1925.

El objetivo de la película es exaltar el fervor revolucionario y comunista de 1917, pero es obvio que no sólo es eso. Es una mezcla entre verdad y ficción, de hecho es más ficción, ya que la veracidad es escasa y el argumento es usado principalmente para exaltar los sentimientos del pueblo. Aunque mantiene una estructura lógica, las imágenes van más allá de una narración, se está usando este tipo de cine como una herramienta para manejar al público de una manera tendenciosa, ya que nos ofrece muchos sucesos que conmueven pero son totalmente falsos (es más o menos el tipo de cine que hacía Hitler para promover su gobierno).

Por otra parte siento que más que el argumento, es más importante el montaje de la película. No es para nada a lo que estamos acostumbrados a ver en el cine gringo. Esta película debe ser vista, según yo, desde el punto de vista técnico y no tanto desde el trasfondo que maneja, ya que el tema para nuestra época es obsoleto, pero nos enseña mucho sobre técnicas cinematográficas magníficas.

Tristemente ya no son usadas hoy en día, y no me refiero al cine mudo si no a la forma en cómo los montajes nos llevan a entender la idea que quiere ser expresada, más que los mismos personajes.
Más que los personajes, que no es que exista un protagonista único es más bien el pueblo, la parte visual nos envuelve mucho más, incluso más que la trama.

La película desde este punto de vista mantiene ciertos ritmos constantes que te hacen sentir temor, caos, desorden y desilusión. Es una manera de transmitir al público las ideas y sentimientos de la época. La música es de Edmund Meisel, la cual nos provoca también adentrarnos en el “mood” de miedo y desesperanza. Por otra parte la fotografía está a cargo de Eduard Tissé, la cual me parece que tiene un estilo tipo documental, pero está muy bien realizada para la época.

Sin duda es una película que vale la pena ver, para enterarnos de las diversas maneras de hacer cine, pero en sí la trama es realmente aburrida, nada recomendable si se quiere pasar un buen rato de diversión. Es formativa visualmente, pero nada más.

No hay comentarios: