martes, 9 de diciembre de 2008

Nunca es suficiente

Creo que no es suficiente... no sé qué quieres de mí. no sé que quiero de ti. sé que te vas y me voy a quedar igual que como estoy ahorita. no sé ni por qué me tomo la molestia de conocerte. te pusiste en mi camino el día menos esperado. no quiero irme a dormir sin decirte que te quiero.

Me gusta pensar en la oscuridad con los pequeños destellos de luz y las mariposas y relámpagos volando por una habitación a la que llamamos mundo mientras tú y yo lo observamos sentados desde las piedras de una playa, deseando poder ser omnipotentes para poder congelar un segundo de esa perfección y enmarcarla en nuestra memoria para siempre.

Quisiera poder encerrar ese sentimiento mutuo en un estado permanente de nuestra existencia, para poder ser perfectamente necesarios el uno para el otro sin desequilibrios ni errores.

Desearía que fuera tu alma tan compleja y compatible con la mía para poder siempre tener la sensación de haberte conocido ayer y ver el brillo de mis ojos reflejado en el destello de los tuyos...a pesar de que hayan pasado mil años y te conozca mejor que a mi misma.

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No me gusta pensar que en la noche oscura las estrellas no se ven, que no siento emoción ni escalofríos al ver cómo el mundo gira a nuestro alrededor, y me daría vergüenza darme cuenta que no puedo guardar ninguna memoria por no ser yo una criatura perfecta.

No quisiera poder encerrar todos los sentimientos que nos destruyen y nos vuelven imperfectos e innecesarios, si pudiera expresarlos viviríamos en equilibrio y sin error alguno,

No desearía ver que tu alma es tan diferente a la mía que al cruzar las miradas exista una nula emoción, provocando que nuestras existencias pasen de largo ante nosotros y nunca lleguemos a conocernos, provocándonos una eternidad de soledad.

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La realidad es que no podemos ser universales ni necesarios así como contingentes y particulares

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