domingo, 7 de diciembre de 2008

La noche se puso de luces y colores

Pues de eso que estás sentado sin saber si lo que dices son tonterías o no, pero eres tan nerviosamente feliz que no importa, hasta casi llegas a tener la seguridad de que por primera vez, en una primera vez lo estás haciendo bien. Lo mejor del caso es que te ves reflejado en un espejo y no puedes creer que hayas llegado a este punto. En tu interior se revuelven los sentimientos del verano y del presente. Sabes que probablemente, y técnicamente tu vida sea menos divertida, en el sentido alcohólico de ver la vida claro.

Tal vez ya no cantarás las canciones que te hacían llorar pero cantarás las que te gustan y te hacen reír. Te gusta sentir el viento en tu pelo y en tu cara, te gusta ver la noche diferente. Te gusta saber que la vida está bien. Por ahora.
Lo que ayer te hizo llorar tanto es lo que hoy no te preocupa, pero... sólo por hoy. No temes lo que venga, ves con esperanza el futuro. pero sabes que te espera el mismo destino anterior, pero no te importa porque piensas que tal vez valga la pena. Sólo tal vez, porque mañana no sabes si te empiece a importar tanto como no quieres que te importe, lo suficiente como para volver a llorar...y te da miedo. Sientes que si vuelves a fallar probablemente no quieras nada que ver con ese lado de tu vida nunca más. O por lo menos vas a intentar todo por omitir ese lado irracional, dulce y ácido que te gusta tanto, pero te hace el mismo daño que todos y cada uno de los cigarros que disfrutas con cada café que te tomas. Pero es tan adictiva la sensación de arriesgarlo todo que no puedes parar y no has sabido disfrutar de la vida por ti mismo.

Hoy tengo ganas de ensalada porque la hamburguesa me ha chocado, me ha enfermado, me ha hecho morir de asco y repugnancia. Me da tanta risa pensar que me gusta la locura.
Ese dulce movimiento de la vida donde te dejas llevar y ves esa maravillosa luz invernal colarse entre los árboles y por un momento te sientes vivo, piensas que la vida realmente tiene un sentido y que todo irá bien, pero cuando cae la noche te das cuenta que el sol, es sólo el sol y su posición fue la que te hizo sentir sensaciones irreales, todo fue una fantasía creada por tu falta de felicidad y satisfacción, sólo piensas que estás sentado solo en el frío de ese invierno que horas antes no querías ver terminar nunca.

Te causa una revolución sentimental pensar que puedes vivir junto a una copa de vino y una guitarra y no necesitar más para ser feliz... no quisieras volver a tener que llorar de tristeza, sólo quieres llorar porque el aire se meta entre tus ojos y sientas esas lágrimas calientes rodar por tu cara, pero sin dolor.
Quieres sentirte bien tú solo, como cuando estás en tu lugar favorito del mundo, observando ese paisaje que lo conoces mejor que a tu propia alma, pero te causa sensaciones diferentes cada vez que lo volteas a ver mientras sigues fumando. Quisieras encontrar ese elemento faltante en las personas, para que pudieras verlas miles de veces, repetidamente y ser igualmente feliz que la primera vez que las viste pero con sensaciones diferentes que te hacen más feliz que en un principio.
No creo haberte encontrado, creo que te he creado.

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